Los planes de salud pueden ser un instrumento de protección y ahorro que te permiten cuidar de ti y cada uno de tus seres queridos.
Se caracterizan por cubrir las necesidades médicas esenciales sin que tengas que invertir en gastos extras, pues disponen de una cobertura con la que podrás costear hospitalizaciones, medicinas, emergencias, pediatría y más, sin afectar tu presupuesto mensual.
Es decir, son una excelente alternativa para hacerle frente a las enfermedades crónicas que van en aumento, a los virus, siniestros o cualquier eventualidad médica que pueda aquejarte a ti o las personas que amas.
¿Cuáles son sus variantes?
- Organizaciones para el mantenimiento de la salud (HMO): son aquellos que te ofrecen una variedad de hospitales, clínicas o profesionales específicos entre los cuales debes escoger a nivel local. Suelen ser los más económicos.
- Organizaciones de proveedores exclusivos (EPO): tienen una red de proveedores y no atienden fuera de las opciones que te ofrecen. Es decir, te tocará pagar un costo adicional si no tiene nada que ver con el servicio que inicialmente contrataste.
- Organizaciones de proveedores preferidos (PPO): es una red amplísima en la que podrás encontrar una infinidad de proveedores médicos, hospitales y profesionales para atender tu salud.
¿Qué debes tomar en cuenta al momento de adquirir uno?
Antes de invertir en un instrumento para proteger tu salud es necesario que tengas en cuenta tu presupuesto, antecedentes médicos tuyos y de tus familiares, cómo es el estado de salud de cada uno para poder elegir la opción más conveniente.
Recuerda que si no necesitas con frecuencia un instrumento de protección de este estilo, puedes adquirir una prima de seguro mucho más baja. Mientras que si tienes más necesidades de salud, debes buscar una opción que te permita ahorrar y acceder a todos los servicios que necesitas.
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